Muy queridos hermanos en Nuestro Señor Jesucristo reciban mi bendición. Que la paz de Jesús reine en sus hogares.
Este mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Conviene enfatizar que el Corazón de Jesús es el signo de su amor infinito por todos nosotros (cf. Jn 3,16). Asimismo, contemplar al Corazón del Señor nos debe llevar a tener los mismos sentimientos de Él, es decir a ser misericordiosos con los demás.
En este tiempo de cruz y purificación que estamos viviendo a causa de la pandemia, no olvidemos nunca que en el Sagrado Corazón de Jesús tenemos siempre nuestro refugio. Ahí estamos seguros, por eso, no nos cansemos de decir: “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”.
Asimismo, este mes tenemos la celebración litúrgica del Corpus Christi. Y aunque tenemos el dolor de no poder recibir aún al Pan vivo bajado del cielo (cf. Jn 6,51), hay que avivar en nuestros corazones el amor a Jesús Eucaristía. Que ese deseo aumente cada vez más y se convierta en una intensa oración para que pronto se abran los templos al culto.
Sabemos que vamos al Corazón de Jesús por el Inmaculado de la Santísima Virgen María. Que Ella, nuestra Madre, nos anime a vivir este mes con mucha fe y con la esperanza ardiente de volver pronto físicamente a nuestro querido Santuario.
Con mi bendición y unidos en Jesús, José y María.
P. Carlos Rosell De Almeida
Párroco