Hoy celebramos el día del padre y me viene a la memoria un texto de la Sagrada Escritura: “Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3,14-16).
Qué importante es remarcar hoy en primer lugar la paternidad de Dios. Nunca se nos debe olvidar que Dios es nuestro Padre y modelo de todo padre. En efecto, cada uno de los padres de familia está llamado a reflejar la paternidad de Dios, es decir el amor, la ternura, la paciencia, el cuidado y la entrega en sus respectivos hogares.
Además, cómo no mencionar a San José, el padre adoptivo de Jesús. Por eso, acudamos hoy de manera especial a San José, para que interceda por todos los padres de modo que cumplan santamente esa misión sagrada de ser custodios de sus hogares. Que San José ayude a cada uno de los papás a ser verdaderos custodios de sus esposas e hijos ¡Feliz día, queridos padres!
Con mi bendición
P. Carlos Rosell
Párroco.