Meditación sobre las apariciones en Fátima

Delante de Jesús Eucaristía, hoy 13 de mayo vamos a meditar sobre Nuestra Señora de Fátima. Quisiera remarcar que el mensaje de María a los tres pastorcitos no ha pasado de moda, porque es un mensaje marcadamente cristocéntrico y como sabemos Jesús “es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hb 13,8). Recorramos juntos de una manera sintética lo que ocurrió en Fátima y saquemos propósitos para nuestra vida.

1. Apariciones del Ángel

Comencemos por las apariciones del Ángel de la Paz a los tres pastorcitos. La primera aparición es en la primavera del año 1916 en “Loca de Cabeco”. El ángel les enseña esta oración: ¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces). Se trata de una hermosa oración, donde se hacen actos de fe, adoración, esperanza y amor. Y sería bonito que todos los días repitiésemos esta oración. Estamos llamados a adorar a Dios, solo se adora a Dios y a nadie más.  En un mundo idólatra como el actual, necesitamos recitar esa plegaria muchas veces.

En la segunda aparición del Ángel les indica a los pastorcitos: “ !Recen! ¡Recen! ¡Recen! mucho, los Corazones de Jesús y de María tienen designios de misericordia, ofrezcan oraciones y sacrificios al Altísimo”. Los pastorcitos preguntan: ¿Cómo hemos de sacrificarnos? El Ángel les dice: “De todo lo que pidan ofrezcan un sacrificio como acto de reparación por los pecados con los cuales es ofendido y por la conversión de los pecadores”. Esto llevó a los pastorcitos a comenzar a hacer muchos sacrificios.  Nosotros debemos preguntarnos: ¿Qué sacrificios hacemos por amor a Dios?

En la tercera aparición el Ángel se aparece a los pastorcitos con un Cáliz y suspendida una Hostia de la cual caen gotas de Sangre al Cáliz. Y el Ángel les enseña una oración muy profunda, la cual es una prueba contundente de las apariciones, pues estos tres niños no sabían leer y escribir, por tanto no la podían haber inventado: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversión de los pobres pecadores. Luego de enseñarles esta oración, el Ángel dio la Hostia Santa a Lucía y el contenido del Cáliz a Francisco y Jacinta.

¡Qué profunda y bella es esta oración! No olvidemos que la primera verdad de nuestra fe es la Santísima Trinidad. Estamos llamados a tener vida trinitaria es decir a vivir sumergidos en el misterio de la Trinidad. Asimismo, esta oración nos habla de la presencia real de Jesús en la Eucaristía y nos muestra la unión de los corazones de Jesús y de María.  Vamos al Sagrado Corazón de Jesús por el Inmaculado Corazón de María.

2. Las apariciones de la Santísima Virgen María

Luego de las tres apariciones del Ángel de la paz, o Ángel de Portugal vienen las apariciones de la Santísima Virgen María que en total son seis.

a. Primera aparición

La primera aparición fue el 13 de mayo de 1917. La Madre del cielo se aparece a los tres pastorcitos en Cova de Iría. La Santísima Virgen María, según el relato de Lucía, se aparece sobre una encina, vestida de blanco, más brillante que el sol y les dice “No tengan miedo. No les haré daño”.  Lucía le pregunta: “¿De dónde es usted?”. María respondió: “Soy del cielo” y les pide a los pastorcitos que durante seis meses se acerquen, al mismo lugar, el día 13.

En esta primera aparición, Lucía pregunta si ellos se irán al cielo y la Virgen les dice que sí. Además, Lucía pregunta por dos amigas que habían muerto. Y la Santísima Virgen María les dice que una ya está en el cielo, la otra estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.  Esto nos debe llevar a pensar en las realidades eternas. El purgatorio existe. Aprovechemos todo aquello que nos cuesta sacrificio para limpiar nuestro corazón colaborando con la gracia de Dios y así nos purificaremos aquí.

María tranquiliza a los pastorcitos y les habla del Santo Rosario: “Recen el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo el fin de la guerra” ¡Qué bonita oración la del Santo Rosario! Nunca dejemos de rezar el Santo Rosario, es la oración que nos ayuda a estar siempre en sintonía con Jesús y María.

b. Segunda aparición

La segunda aparición es el 13 de junio de 1917. La Santísima Virgen María vuelve a señalar a los pastorcitos que estén los días 13 de cada mes, recen el Rosario y aprendan a leer. Además, la Madre de Dios indica que a dos pastorcitos: Francisco y Jacinta, se los llevará pronto al cielo. 

¿Y qué le dice la Virgen a Lucía? “Tú te quedas aquí algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la practique prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí a adornar su Trono”.

Lucía le pregunta a María: “¿Me quedó solita aquí?” La respuesta de la Virgen es conmovedora: “No te desanimes, nunca te dejaré, mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”. Asimismo, la Virgen les mostró a los pastorcitos en la palma de su mano derecha su Corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. 

¿A qué nos lleva la segunda aparición? A tener mucha devoción al Inmaculado Corazón de María. Todos caminamos en este valle de lágrimas, no transitamos por una alfombra de flores. Seamos realistas. Pero María, abre su Corazón de Madre que es Inmaculado, para acogernos, fortalecernos y decirnos: “Ánimo, yo soy tu Madre, yo estoy contigo”. Busquemos siempre refugio en el Corazón de María, es el canal que nos lleva al océano de misericordia que es el Corazón de Jesús.  Todos los días digamos: “Dulce Corazón de María, sé la salvación del alma mía”.

c. Tercera aparición

La tercera aparición fue el 13 de julio de 1917. Es quizás la aparición más interpelante.  La Virgen insiste con la necesidad de rezar el Santo Rosario y ante un pedido de Lucía, promete que habrá un milagro para que crean.  Además María les enseña a los pastorcitos que cuando hagan un sacrificio digan: “Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”. En esta aparición tenemos tres partes del llamado secreto de Fátima: la visión del infierno, los errores de Rusia y la tercera parte.

La Madre del Salvador enseña a los pastorcitos una imagen del infierno.  Les muestra “un mar de fuego y sumergidos en ese fuego los demonios y las almas como si fuesen brasas transparente, negras y bronceadas de forma humana…”. María con bondad y tristeza les indica a los pastorcitos: “Han visto el infierno donde van a parar las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, el Señor quiere establecer la devoción a mi Corazón Inmaculado”.

La Virgen es Madre de misericordia pero la misericordia lleva a decir la verdad. El infierno existe, es una verdad revelada (cf. Mt 25,41; 1 Co 6,9-10; Ef 5,5; Ga 5,21). No olvidemos que Dios quiere la salvación de todos. En 1 Tm 2,4 leemos “Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”, pero la condenación eterna es una posibilidad real por el mal uso de nuestra libertad. Si la Virgen habla del infierno es para que no caigamos en él.

En la segunda parte del secreto, María Santísima les dice a los pastorcitos que si los hombres no se convierten vendrá otra guerra peor y así fue: “…  La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor… ”. Asimismo, pide la consagración a Rusia a su Inmaculado Corazón y la comunión reparadora los primeros sábados. Señala, que si no le hacemos caso, los errores de Rusia se propagarán por todo el mundo y vendrán persecuciones contra la Iglesia.

Todos sabemos el daño que trae el comunismo. Toda ideología es dañina. Hoy la ideología nefasta es la ideología del género. Es una rebelión contra el creador y que abre puerta a todo tipo de relaciones inmorales y antinaturales. No dejemos que se metan ideologías en nuestra vida. Cristo es la verdad no es una ideología.

La tercera parte secreto de Fátima ha sido ya dada a conocer por orden de San Juan Pablo II el 26 de junio del año 2000. Es la visión de un obispo vestido de blanco que sube por una montaña empinada en cuya cumbre hay una gran cruz, y está seguido por obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. En la subida pasan por una ciudad desolada, en ruinas, encontrando cadáveres en su camino. Al llegar a la cruz, el obispo de blanco se pone de rodillas y es asesinado por un grupo de soldados. También matan a los obispos, sacerdotes y consagrados.  Y dos ángeles recogen la sangre de los mártires y riegan las almas que se acercan a Dios.

El Cardenal Sodano con la autorización del Papa señaló que lo contenido en este secreto se ha cumplido. Es una visión de la persecución que ha sufrido la Iglesia en el mundo. Son los ataques que vinieron de los errores que trajo Rusia, es decir del comunismo. El siglo XX fue un  siglo de mártires. El mismo Papa Juan Pablo II sufrió un atentado el 13 de mayo de 1981, pero la mano de María desvió la bala.

El estudio teológico de la tercera parte del secreto lo hizo el entonces Cardenal Ratzinger quien luego sería Benedicto XVI. Ratzinger con la autorización de San Juan Pablo II dijo: “En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos, ya pertenecen al pasado. Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado. Fátima no nos ofrece este tipo de satisfacción de nuestra curiosidad, del mismo modo que la fe cristiana por lo demás no quiere y no puede ser un mero alimento para nuestra curiosidad. Lo que queda de válido…: la exhortación a la oración como camino para la salvación de las almas y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión”.

Asimismo, en esta tercera aparición, la Virgen pide a los pastorcitos que cuando recen el Santo Rosario después de cada misterio digan: “Jesús mío, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas”.  

d. Cuarta aparición

La cuarta aparición no ocurre en Cova de Iría pues el alcalde, quien era anti católico, había secuestrado a los tres pastorcitos devolviéndolos tres días después. Con maldad este señor amenaza a los pastorcitos con la muerte, específicamente con freírlos y los deja en el calabozo. Los pastorcitos no tienen miedo de morir por amor a Jesús y María, más aún, rezan el Rosario con los presos. Al final, el alcalde los deja ir.

Es así que el 19 de agosto, María Santísima se aparece en los Valihnos y les dice a los pastorcitos: “Recen, recen mucho, y hagan sacrificios porque los pecadores. Piensen que muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y rece por ellas”.

Estas palabras son actuales. Hoy hemos perdido el sentido del pecado, ya no hay dolor por los pecados. Estamos viviendo tiempos donde ofender a Dios se vuelto una costumbre. No perdamos el sentido del pecado, por eso necesitamos de la oración y el sacrificio por la conversión de todos, porque todos somos pecadores. Estamos llamados a orar con perseverancia, San Agustín decía que “Dios gobierna el mundo, pero la oración gobierna a Dios”. Y junto con la oración, está el sacrificio. Todos los días podemos ofrecer a Jesús esas pequeñas cosas que nos cuestan, poniéndolas en las manos de María.

e. Quinta aparición

La quinta aparición fue el 13 de septiembre de 1917 en Cova de Iría ante unas treinta mil personas. La Virgen sigue pidiendo que se rece el Santo Rosario, promete la curación de algunos enfermos y que volverá al mes siguiente que fue lo que verdaderamente pasó. Además, con bondad les indica a los pastorcitos que “Dios está muy contento con sus sacrificios pero no quiero que duerman con la cuerda puesta, llévenla solo durante el día”.

María insiste en la oración y el valor del sacrificio. Los pastorcitos fueron muy generosos con la penitencia, como hemos visto se colocaban una soga en la cintura,  no comían su merienda, no tomaban agua a pesar del calor, etc. Lucía relata que la mayor penitencia eran las curiosidades, las impertinencias y las preguntas de la gente. Aprendamos de los pastorcitos, a vivir ese sacrificio que se llama tener “paciencia”.

f. Sexta aparición

En la sexta aparición el 13 de octubre de 1917 se produce el llamado milagro del sol: la lluvia cesó, el sol giró tres veces sobre sí mismo y lanzó rayos de luz de diversos colores. Se calcula que había alrededor de setenta mil personas. Fue un signo para aquellos que dudaban de las apariciones de María. En esa aparición María, se presentó con la advocación del Rosario, de los Dolores y del Carmen, también apareció San José con el Niño que bendecían el mundo.

Lo último que dijo la Virgen a los pastorcitos fue: “Que no ofendan más a Dios, Nuestro Señor, que ya está muy ofendido”. La pregunta que nosotros debemos hacernos es ¿Le estamos haciendo caso a la Virgen María?

3. Ecos de Fátima

Aparte de las apariciones en Fátima, quisiera mencionar que Lucia recibió unas apariciones más en Pontevedra y Tuy.  En efecto, la noche del 10 de diciembre de 1925, en Pontevedra (España), Lucía recibe en su celda la visita de la Virgen María con el niño.

La Madre de Dios le muestra a Lucía su corazón rodeado de espinas. Al mismo tiempo, el Niño Jesús le dice: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para arrancárselas”’.

Y la Virgen añade: “Mira, hija mía, mi Corazón, cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que todos aquellos que durante cinco meses, en el Primer sábado se confiesen, reciban la Santa Comunión, recen la tercera parte del Rosario y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas”.

Vivamos la práctica de los cinco primeros sábados.  El sábado es el dia dedicado a María, el sábado porque ese día María estuvo sola esperando la Resurrección de su Hijo. Cinco, porque María habla de cinco ofensas contra su Inmaculado Corazón: (1) Las blasfemias contra la Inmaculada Concepción; (2) Los ataques contra la virginidad de María; (3) Negar la maternidad divina y la maternidad espiritual sobre los hombres; (4) Alejar a los niños de ella y lo que es peor la indiferencia y el desprecio a María que algunos inculcan a los niños;  y (5) el ultraje a las imágenes de María.

Luego en Tuy el año 1929, Lucia tiene otra una visión. Contempló a Cristo crucificado, atrás en lo alto estaba el Padre, posándose el Espíritu Santo sobre Jesús y María al pie de la Cruz mostrando en su mano su Inmaculado Corazón rodeado de espinas. Y aparecen unas  palabras: “gracia y misericordia”.

Síntesis

Al final, de esta meditación, quisiera fijar algunas ideas.

  1. Fátima nos enseña el valor de la oración y el sacrificio.  No dejemos de orar, no dejemos de ofrecer sacrificios todos los días al Señor por manos de María. La oración y el sacrificio van unidos. 
  2. Fátima nos enseña la maternal protección de María. Ella quiere que todos se salven y que nadie se pierda porque su Corazón tiene los mismos sentimientos del de Jesús quien ha venido a salvar a todos los hombres.
  3. Fátima nos enseña el valor de la sencillez. Los pastorcitos era sencillos y humildes, nunca se creyeron importantes a los ojos del mundo. Que seamos como ellos: niños delante de Dios.
  4. Fátima nos enseña la gravedad del pecado. No pactemos con el pecado. La causa y la raíz de todos los males en el mundo es el pecado.
  5. Fátima enseña que al final el Inmaculado Corazón de María triunfará. Esto es verdad, quien está unido a María, pase lo que pase, estará siempre firme en la fe, porque María es la primera en llevarnos a Jesús, único salvador del mundo. 

Hoy que celebramos los 103 años de Fátima, nos dirigimos a nuestra Madre Santísima y le decimos: Madre Santa prometo acoger tu mensaje de conversión, oración y reparación. Que así sea.  

P. Carlos Rosell De Almeida

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