Celebramos a San Antonio de Padua

1188.- Antonio Antonio nació en Lisboa (Portugal), pero se le llama y conoce como el santo de Padua, ciudad italiana italiana en la que murió y en la que se conservan sus reliquias. Su nombre de bautismo bautismo fue Fernando Martins. Sus padres fueron Martín de Alfonso y María.

1203.- De jovencito jovencito y hasta los 15 años frecuenta frecuenta la escuela que se encontraba  junto a la catedral de Lisboa. Aquí aprende  latín, canto gregoriano, lectura, escritura, cálculo y seguramente gramática.

1207-1208.- A los 19-20 años ingresa al monasterio de san Vicente, próximo a Lisboa, donde viste el hábito de los Canónigos Regulares de San Agustín.

1209-1210.- Después de dos años de residencia en el monasterio de san Vicente pidió ser trasladado al monasterio de la Santa Cruz de Coimbra, sede de estudios donde enseñaban los más grandes maestros de Teología de la ciudad.

1210-1220.- Fernando Martins vive en Coimbra. La comunidad lusitana de canónigos -particularmente la de Santa Cruz- gozaba de un alto nivel cultural, llegando a ser, en una determinada época, la más importante de todas. Entre los años 1218-1220, probablemente, Fernando fue ordenado sacerdote.

1220.- Fernando ingresa a la Orden Franciscana, tomando el nombre de Antonio. Su ingreso a la Orden franciscana fue motivado, sobre todo, por el ejemplo de los primeros mártires franciscanos en Marruecos. También él quiso ir a Marruecos como misionero, pero una tempestad impidió que lograra su objetivo. Más bien el temporal le hizo llegar a las costas de Italia (Sicilia).

1221.- En el mes de mayo de 1221 se e n c u e n t r a c o n l o s h e r m a n o s franciscanos celebrando en Asís el Capítulo de las Esteras. Aquí se conocieron Antonio y Francisco; aquí recibieron el impacto recíproco y la admiración mutua que tendría sus consecuencias inmediatas para los dos y a través de ellos para todos los hermanos. Aquí “el alma de Antonio se hizo franciscana”. Finalizado dicho Capítulo, Antonio se presentó al P. Graciano, Ministro provincial de la Romaña, para obtener de él el permiso para retirarse al eremitorio de Montepaolo (Forli).

1222.- Cuando en la localidad italiana d e F o rl i s e c e l e b r a b a n u n a s ordenaciones sacerdotales, con tal motivo Antonio fue invitado a dirigir unas palabras. La impresión que dejó en los oyentes fue tan favorable que su propio Ministro Provincial le confió el ministerio de la predicación, que ejerció con éxito y fecundidad hasta el fin de sus días.

1222-1224.- Antonio se dedica preferentemente al apostolado de la predicación y evangelización de los pueblos, sobre todo de la Italia septentrional, particularmente en Rímini. Y es en esta época que san Francisco confiará a Antonio el ministerio de la enseñanza de la Teología a los jóvenes franciscanos y otros, a través de una hermosa y conocida cartita.

1225-1227.- Predicación y enseñanza de la teología serán los dos grandes servicios que realizará en adelante nuestro hermano Antonio, y lo hará en el sur de Francia: Montpellier, Toulouse, y en el norte de Italia: Bolonia y seguramente también Padua (según Bartolomé de Pisa). El 3 de octubre de 1226 muere san Francisco de Asís. Por esa época Antonio fue nombrado Custodio del convento de Limoges.

1227-1230.- En el Capítulo celebrado en Asís el año 1227 Antonio fue elegido Ministro Provincial de la provincia de Romaña, de Lombardía y de la Marca Trevijana; es decir, prácticamente de toda la Alta Italia, teniendo, además, la responsabilidad de visitar los conventos y de predicar y enseñar a los hermanos. Fue durante este tiempo que escribe, hasta darle su forma definitiva, la gran obra titulada “Sermones dominicales”.

1230.- Este año de 1230, por motivos de salud, Antonio fue liberado de su oficio de Provincial; pero en cambio recibe del Ministro General la obediencia para predicar; de manera que poco después del Capítulo, fue enviado con una delegación franciscana a Roma, donde el Papa Gregorio IX, para tratar el problema de la Regla de san Francisco y de otras cuestiones internas de la Orden. Y fue aquí donde Antonio predicó ante los cardenales, admirando a todos por su humildad y sabiduría de tal manera que el Papa le llamó: “Arca del Testamento”, por su dominio de la Biblia y de la Teología. Y en el otoño del mismo año 1230, Antonio se retira a Padua para escribir los “Sermones festivos”, otra de sus grandes obras.

1231.- Durante el otoño de 1230 y el invierno (enero-febrero) de 1231, daba Antonio los últimos toques a la obra Sermones festivos, pero tuvo que interrumpir dicho trabajo para predicar la Cuaresma, en Padua, y hasta Pentecostés. Sin llegar a concluir esta obra, Antonio enfermó y murió el 13 de junio, siendo sepultado en la iglesita de Santa María, Madre del Señor.

1232.- El 30 de mayo el Papa Gregorio IX canonizó a san Antonio en la catedral de Espoleto. Había pasado, pues, menos de un año de su muerte. Y tal había sido la fama de santidad y sabiduría que adquirió Antonio, que el mismo año 1230 se escribió la primera biografía del santo, llamada Vita prima, o “Assidua”.

1263.- En el primer reconocimiento del cuerpo de san Antonio, realizado durante el generalato de san Buenaventura, su lengua fue encontrada incorrupta, fenómeno que fue considerado como prueba divina de su carisma de maestro y predicador.

1946.- El día 16 de enero, el Papa Pío XII declaraba a san Antonio Doctor de la Iglesia con el Breve apostólico que comienza con estas palabras: “Exulta, Lusitania felix” (Alégrate, feliz Lusitania). Aunque ya el mismo Papa Gregorio IX, en la oportunidad en la que llamó a Antonio “Arca del Testamento”, le llamó también “Doctor optime”. De esta manera, el reconocimiento de la sabiduría del santo se hizo oficial en la Iglesia, aunque ya reconocida por una secular tradición. Así, santidad y sabiduría van de la mano en san Antonio.

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